Grupos de mujeres: una alianza poderosa para la promoción de la salud y prevención de enfermedades

Grupos de mujeres: una alianza poderosa para la promoción de la salud y prevención de enfermedades

Women's group health education

Cuando se trata de promoción de la salud y prevención de enfermedades, los países en vías de desarrollo enfrentan una situación desafiante. Dado que sus poblaciones cuentan con un alto nivel de analfabetismo, falta de infraestructura y fuerza de trabajo calificada, las intervenciones de cualquier tipo son difíciles de llevar a cabo. Incluso en los países donde la mayoría de la población vive en áreas rurales, los recursos de salud disponibles generalmente se encuentran en las ciudades. La mayor parte de los países en vías de desarrollo también tienen dificultades de transportación y comunicación, especialmente en áreas rurales y remotas.

Por lo tanto, muchos individuos de la comunidad rural están atrapados en un ciclo vicioso de pobreza y salud precaria. La falta de salud incrementa la pobreza, ya que reduce la productividad económica de cada persona, en tanto que la pobreza contribuye a una salud deficiente. Para romper con este ciclo, es absolutamente esencial contar con soluciones sencillas y económicas para la promoción de la salud. 

La experiencia nos ha mostrado que la formación de grupos de mujeres tiene un gran potencial para empoderarlas y también generar ingresos (por ejemplo, el microcrédito o grupos de ahorros). Naturalmente, durante la última década, se han empleado también grupos de mujeres para realizar intervenciones de asistencia médica en los proyectos comunitarios. De hecho, en una revisión científica publicada en el Eastern Mediterranean Health Journal en 2011, se comprobó que éstos son una opción conveniente, factible, y sostenible para dicha tarea. En las juntas grupales, se cubrieron temas incluyendo, por ejemplo, planificación familiar, prevención de malaria, amamantamiento, y cuidado prenatal o infantil. 

Se concluyó que los grupos responden mejor a un método participativo en el que los miembros del grupo reciben primero información relacionada con la salud y luego se les motiva a que compartan su conocimiento de manera activa y trabajen juntas. Por seguro, un elemento clave es la habilidad de las mujeres para entenderse y comunicarse entre sí en condiciones de igualdad y de tal manera que sea culturalmente relevante. Los proyectos que sólo siguen un método de arriba hacia abajo no crean un ambiente de confianza mutua ni de respeto, y por lo tanto, tienen menos éxito.  

Las encuestas científicas han descubierto que los miembros de grupos de mujeres reportan una variedad de beneficios, no sólo en sus propias vidas, sino también en sus familias y comunidades, creando así un efecto dominó positivo. Los beneficios más importantes mencionados reflejan el empoderamiento de las mujeres en varios dominios y niveles:

  • a nivel funcional: enriquecimiento del conocimiento, desarrollo de habilidades, y apoyo financiero 
  • a nivel organizacional: participación comunitaria, pertenencia, y solidaridad 
  • a nivel psicológico: apoyo emocional, disminución de culpa y tensión, validación de experiencias como cuidadoras, y desarrollo de autoconfianza

En pocas palabras: Los grupos de mujeres generan un gran impacto, no sólo en los individuos, sino también en sus familias y comunidades. Emplearlos como un valor multiplicador para promover la salud es una manera poderosa, económica, y sostenible para enfrentar la falta de recursos, los sistemas de salud deficientes, y la extensa pobreza en los países en vías de desarrollo. Por eso hemos colaborado con grupos de mujeres desde el inicio de nuestro proyecto: Nuestros reproductores solares Audiopedia, cuyos contenidos fueron diseñados para escucharse en grupo, se distribuyen por medio de nuestros socios de las ONG locales a grupos de entre diez y doce mujeres. Los reproductores contienen más de 400 preguntas y respuestas relevantes acerca de salud, alimentación, cuidado infantil, promoción de la salud, y prevención de enfermedades, todas ellas grabadas en el idioma local. Esto equivale a 12 horas de texto hablado. Cuando se usan en grupos de mujeres, nuestros reproductores fomentan conversaciones, intercambio de ideas, desarrollo personal, y formación de grupos de manera ascendente y auténtica, tal como lo recomiendan los autores de dicho estudio.